
Esta cifra contrasta con la multa de 1.500 euros que el CGPJ ha impuesto al juez de Sevilla Rafael Tirado por no ejecutar la sentencia que condenó por abusos a su hija al detenido por la muerte de Mari Luz Cortés, Santiago del Valle.
Este magistrado acostumbraba a orinar en los lavabos del despacho con la puerta abierta mientras dictaba resoluciones, y los funcionarios, a quienes trataba "como si no fueran personas", se quejaban de su "hedor corporal".
El juez además pronunciaba en el juzgado frases como "la ley soy yo" y "se hace lo que digo" e incluso una vez "mandó a un funcionario a comprarle una docena de huevos".
La situación llegó a tal extremo que "alguna que otra funcionaria decidió colocarse un fular en la boca y nariz para apaciguar ese olor y una de ellas se vio obligada a salir del despacho para vomitar fuera debido a la repulsión que le producía ese ambiente y comportamiento del juez".
La Comisión Disciplinaria del CGPJ ha tomado la decisión de multarlo por unanimidad y de acuerdo con la propuesta del instructor del expediente que le fue abierto al juez por el órgano de gobierno de los jueces.
FUENTE: 20 MINUTOS