
Alarmados por los gemidos y sollozos en un piso de la primera planta, llamaron a la Policía Nacional. «Estábamos asustados, en este piso viven criaturas pequeñas y no sabíamos que pasaba, porque no había nadie», comentó un testigo presencial, corroborado por otros vecinos. Los agentes, al no obtener respuesta y escuchar ellos también quejas extrañas, avisaron a los Bomberos, que entraron por un balcón.
La sorpresa fue mayúscula: dos cabras negras, una agonizante, se encontraban encima de una de las camas, según se pudo saber, para su sacrificio.
Localizados los dueños, se llevaron a los animales en una furgoneta al matadero de Elche.
HOY LA TEMÁTICA VA DE "OÍDOS"... MANDA HUEVOS CONFUNDIR A UN NIÑO CON UNA CABRA.
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