El guionista puso sus nombres a dos personajes que no quedan en muy buen lugar en un episodio de la serie, tras una negociación fallida sobre una propiedad.Melinda y Scott Tamkin es la pareja que ha demandado a Sarah Goldfinger, guionista y productora de CSI Las Vegas, por difamación e invasión de la intimidad.
Los Tamkin, agentes inmobiliarios, han decidido verse ante los juzgados con Goldfinger por poner sus nombres a dos personajes, que no quedan en muy buen lugar, en un episodio de la serie, tras una negociación fallida sobre una propiedad.
Por daños y prejuicios, la pareja pide 6 millones de dólares (4,2 millones de euros), ya que aseguran que la acusada se ha «vengado» en el capítulo Deep Fried and Minty Fresh. En él, Melinda (nombre del personaje) muere en misteriosas circunstancias y su marido en la ficción, Scott, tiene unas aficiones un poco raras: el porno y el alcohol.
La polémica surgió por el apellido del matrimonio en la ficción, Tamkin, aunque finalmente sólo se utilizó en el guión original, para la grabación se cambió el apellido de la pareja que pasaban a ser los Tucker. Pero ahí no finalizan las quejas del matrimonio, ya que acusan a la demandada de haber buscado a actores que físicamente se parecen a ellos.
En 2005, los Tamkin representaron a los dueños de una masión en Los Ángeles que Sarah Goldfinger quiso comprar, aunque, según costa en la demanda, la guionista finalmemte no concretó la compra cuando la venta estaba a punto de cerrarse.
Los Tamkin, agentes inmobiliarios, han decidido verse ante los juzgados con Goldfinger por poner sus nombres a dos personajes, que no quedan en muy buen lugar, en un episodio de la serie, tras una negociación fallida sobre una propiedad.
Por daños y prejuicios, la pareja pide 6 millones de dólares (4,2 millones de euros), ya que aseguran que la acusada se ha «vengado» en el capítulo Deep Fried and Minty Fresh. En él, Melinda (nombre del personaje) muere en misteriosas circunstancias y su marido en la ficción, Scott, tiene unas aficiones un poco raras: el porno y el alcohol.
La polémica surgió por el apellido del matrimonio en la ficción, Tamkin, aunque finalmente sólo se utilizó en el guión original, para la grabación se cambió el apellido de la pareja que pasaban a ser los Tucker. Pero ahí no finalizan las quejas del matrimonio, ya que acusan a la demandada de haber buscado a actores que físicamente se parecen a ellos.
En 2005, los Tamkin representaron a los dueños de una masión en Los Ángeles que Sarah Goldfinger quiso comprar, aunque, según costa en la demanda, la guionista finalmemte no concretó la compra cuando la venta estaba a punto de cerrarse.
FUENTE: LA VOZ DE GALICIA
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡¡Anímate y deja tus comentarios!!