El lugar elegido por el suizo fue Tofua, una isla volcánica de 64 kilómetros cuadrados de extensión en donde además de cerdos, sólo hay cocos, lagos y bosque tropical, según publica The Daily Telegraph.
Su equipaje estaba compuesto por una navaja, un machete y una videocámara para filmar su aventura de 10 meses, de la que su equipo realizará un documental este año.
El reto fue reaprender las habilidades naturales de supervivencia que la gente de ciudad ha olvidado. "Al principio fue muy difícil. Tuve que encontrar comida, construirme un techo, aprender a pescar, todo", relata en el rotativo.
Durante los primeros dos meses, Rosset, perdió casi 18 kilos de la grasa corporal que había estado almacenando previo al proyecto, y fue hasta que descubrió la forma de atrapar a los cerdos salvajes de la isla cuando pudo mantener su peso estable.
Su único amigo
Entonces encontró a su unico amigo, el "cerdito bebé". "No me lo pude comer porque no tenía suficiente carne, así que lo llevé conmigo y se quedó durante tres meses. Era como un perro y me seguía a todas partes", señala.
En su blog narra su aventura
Después de ochos meses en la isla logró adaptarse a las limitaciones a las que no estaba acostumbrado. En su blog narra paso a paso su experiencia en la isla. "Pasaba la mayor parte del día sin hacer nada, mirando al enorme océano o a las mariposas del lugar. Ya tenía suficiente comida, así que se puede decir que me sentía como en mi hogar", confiesa.
FUENTE: CADENA SER
que lindo cerdito :)
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