El menor, de 17 años, se apoderó de un perro que le gustó y luego se lo devolvió a su dueño cuando éste se lo requirió.
Un joven granadino de 17 años, acusado de una falta de hurto en grado de tentativa, ha sido condenado a aprender a leer y escribir. Así lo ha dispuesto este jueves el juez de Menores Emilio Calatayud, después de que el menor no fuera capaz de encontrar su nombre en la lista de los juicios como le había pedido el magistrado y percatarse de que era analfabeto.
Calatayud explicó que el menor llegó hasta su juzgado acusado de apoderarse de un perro que le gustó y que luego devolvió a su dueño cuando éste se lo requirió. Tras comprobar que el joven no sabía leer, el juez pidió explicaciones al padre, quien le indicó que en "su pueblo hay varios chavales en la misma situación", algo que para el magistrado es "inconcebible" en el siglo XXI."Teóricamente" el joven estuvo escolarizado hasta los once años en la ciudad catalana de Reus, según se desprende de los informes técnicos y policiales remitidos al Juzgado de Menores 1 de Granada, mientras que lleva residiendo en la provincia granadina desde hace dos años.Calatayud señaló que la propia falta cometida por el joven, que devolvió el perro cuando se lo pidieron, demuestra su "inocencia" y lamentó que a su edad no tenga "ninguna clase de educación". Por ello, el juez de Menores de Granada ha condenado al joven a aprender a leer y escribir durante un periodo de seis meses.
Calatayud explicó que el menor llegó hasta su juzgado acusado de apoderarse de un perro que le gustó y que luego devolvió a su dueño cuando éste se lo requirió. Tras comprobar que el joven no sabía leer, el juez pidió explicaciones al padre, quien le indicó que en "su pueblo hay varios chavales en la misma situación", algo que para el magistrado es "inconcebible" en el siglo XXI."Teóricamente" el joven estuvo escolarizado hasta los once años en la ciudad catalana de Reus, según se desprende de los informes técnicos y policiales remitidos al Juzgado de Menores 1 de Granada, mientras que lleva residiendo en la provincia granadina desde hace dos años.Calatayud señaló que la propia falta cometida por el joven, que devolvió el perro cuando se lo pidieron, demuestra su "inocencia" y lamentó que a su edad no tenga "ninguna clase de educación". Por ello, el juez de Menores de Granada ha condenado al joven a aprender a leer y escribir durante un periodo de seis meses.
FUENTE: 20 MINUTOS
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