La sala de lo social del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha revocado un pronunciamento del juzgado de lo social número 3 de Girona que consideró que era motivo de despido disciplinario el insulto que profirió un empleado a su jefe. En concreto, le llamó "hijo de puta" durante una fuerte discusión en el trabajo. En ocasiones, una ofensa verbal basta para efectuar un despido mientras que en otras, como en la sentecia, no es suficiente. El Estatuto de los Trabajadores contempla los insultos como causa de despido disciplinario, pero expresiones como "hijo de puta" no son suficientes porque son "calificativos de uso corriente".De este modo, el TSJC obliga a la empresa a readmitir al trabajador despedido o a indemnizarle con 6.483 euros ya que considera desproporcionado el despido que el juzgado de lo social de Girona dictó como procente, según publica el periódico 'El Mundo'.UNA 'BRONCA' POR LAS DIETASLos detalles de esta polémica sentencia los publica el blog especializado en temas laborales, 'Carta de Personal'. Según la web, un trabajador que se encontraba en situación de incapacidad temporal acudió a su empresa a reclamar unas dietas que no le habían sido abonadas. Durante una fuerte discusión entre el gerente y el trabajador, éste le dijo directamente a la cara "eres un hijo de puta".
FUENTE: QUÉ.ES
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